dimecres, 28 de març del 2012

Un article boníssim

Lo que quiero ahora, de Ángeles Caso

Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.
Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.
Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.
Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.
También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada. O todo.

http://www.lavanguardia.com/magazine/20120119/54245109494/lo-que-quiero-ahora-angeles-caso.html

"Me estoy quitando"

Cada mes, normalment, arriben assignacions de la Xina. A partir de la segona quinzena de cada mes comença la recerca de rumors. Les famílies que esperen-desesperen estan pendents de qualsevol notícia que arribi dels Estats Units, d'altres països europeus, del Centre d'Adopcions Xinès... Durant els darrers set anys aproximadament he seguit el mateix ritual, primer esperant la Farners, després esperant la Txell. Tenir l'ordinador encès i refrescar vàries vegades al dia les pàgines i blogs susceptibles de portar novetats. Durant molts mesos només per la satisfacció de poder ratllar dies del calendari i també, és cert, per compartir l'alegria dels afortunats. A finals de mes arriba la notícia: ...han sortit les assignacions de la Xina... alguna agència americana ha rebut el paquet... hi ha famílies que ja tenen l'assignació... És un remolí d'emocions que dura uns dies fins que tornem a quedar en espera. I així un mes rere l'altre.
És cert que quan ja tens la teva filla amb tu, tot això s'oblida, com els dolors del part. Però quan veig les famílies que ho estan passant entenc la seva angoixa i desesperació.
Ara no tinc necessitat d'estar pendent de les assignacions. Quan arriben, però, no puc evitar la consulta a les pàgines i blogs que n'informen. Ho he fet cada mes des que hem tornat de la Xina i m'emociono amb l'alegria que representen. Avui és un dia d'assignacions. Avui hem sabut la data de tall: 31 d'agost del 2006. Han assignat deu dies. Durant les pròximes setmanes les famílies veuran les fotos del que serà el seu fill o filla...
No sé si em durarà sempre aquesta addicció. Potser sí.